Disfrutar con la mente

Primer paso: Deja que la mente haga lo que quiera
No intentes detenerla [a la mente]. Es algo muy natural en ti. Te enloquecerás si intentas detenerla.

Será como un árbol que intenta retener sus hojas; el árbol se enloquecerá.

Las hojas son algo muy natural para él. Tú eres una persona mental. Si tratas de convertirte en una persona de corazón, vas a crearte muchos problemas innecesariamente, porque hay un camino que funciona a partir de la propia mente. No es necesario que te transformes en una persona de corazón. Esto irá en contra de tu naturaleza intrínseca.

Permanece profundamente en armonía con tu naturaleza, sigue tu naturaleza, escúchala siempre. Ser natural quiere decir ser religioso y todo lo que se necesita es que estés completamente a tono con tu naturaleza, así que, ante todo, no intentes detener tus pensamientos; ellos están perfectamente bien.

Segundo paso: Disfruta mientras la mente hace lo que quiere!
Con solo no detener [la mente] no será suficiente. Disfruta de ella. ¡Juega con ella! Es un juego hermoso. Al jugar con ella, al disfrutar de ella, al darle la bienvenida, empiezas a ponerle más atención, a estar más consciente de ella.

Empieza a disfrutar del proceso de pensar. Observa simplemente los matices de los pensamientos: cómo se agrupan, cómo una cosa lleva a la otra, cómo se enlazan unos con otros. En realidad, es un milagro a observar. Solo un pequeño pensamiento te puede llevar a los extremos más lejanos, y si miras no ves ninguna conexión.

Un perro empieza a ladrar y tu proceso de pensamiento se dispara. El perro se olvida; te acuerdas de un amigo que tenía un perro hermoso. A partir de ahora te desconectas. Entonces te olvidas del amigo; te acuerdas de la esposa del amigo que es hermosa y así continúas, aparecen entonces otras mujeres... A dónde vas a terminar, nadie lo sabe y ¡todo comenzó con un perro ladrando! Observa únicamente y mira las asociaciones de pensamientos, cómo se entrelazan los pensamientos, cómo se unen entre ellos.

Continúa así suavemente, tómatelo con calma. La atención consciente vendrá a ti pero vendrá indirectamente. No será un esfuerzo llegar a estar consciente. Eso es lo que has estado haciendo: Estás intentando llegar a estar consciente. Entonces la mente te distrae y tú te enojas con ella. Sientes que es una mente desagradable y que está en una verborrea constante; quieres estar en silencio pero ella no te lo permite, así que te empiezas a sentir antagonista con la mente. Eso no está bien; eso te está dividiendo en dos. Entonces tú y la mente llegan a ser dos cosas y empiezan el conflicto y la fricción.

Toda fricción es suicida porque tu energía se está desgastando sin necesidad. No tenemos tanta energía como para gastarla en luchar con nosotros mismos. La misma energía se tiene que utilizar para disfrutar.

Luchar implica destruirte a ti mismo. No es necesario luchar: ¡ama! Toda la energía de lucha se tiene que transformar en energía de amor. Disfrútala simplemente y pronto empezarán las cosas a cambiar.

Osho: Tomado de, Don't Bite My Finger, Look Where I'm Pointing, capítulo 20