Los límites de la percepción

Todo lo que vemos es limitado, todo lo que sentimos es limitado, todas las percepciones son limitadas. Pero, si te puedes volver consciente, entonces cada cosa limitada desaparece en lo ilimitado. Mira el firmamento. Verás una parte limitada de él, no porque el firmamento esté limitado, si no porque tus ojos están limitados, tu enfoque es limitado. Pero si puedes llegar a ser consciente de que la limitación se debe al enfoque, debido al ojo, que no es el firmamento lo limitado, entonces verás las restricciones disolviéndose en lo ilimitado. De otra manera, la existencia es ilimitada, de otra manera, todo se disuelve en algo más. Todo pierde sus restricciones, a cada momento las olas desaparecen en el océano, y no hay nada que termine y nada que comience. Cada cosa es además todo lo demás.

Siéntate debajo de un árbol y mira, y simplemente ve más allá de lo que aparece ante tu vista; no te detengas en ninguna parte. Capta simplemente en dónde se disuelve el árbol. Este árbol, este pequeño árbol de tu jardín precisamente, contiene toda la existencia, se disuelve a cada momento.

Cada vez que mires, mira hacia lo que hay más allá y no te detengas en ninguna parte. Sigue y sigue hasta que pierdas tu mente, hasta que pierdas todos tus conceptos limitados. De repente estarás iluminado. Toda la existencia es una. La unidad es la meta. Súbitamente la mente se cansa de los modelos, de las limitaciones, de las restricciones y, si insistes en seguir más allá, si sigues empujándola más y más allá, la mente se deshace, súbitamente se disuelve y miras la existencia como una vasta unidad, cada cosa fundiéndose en la otra, cada cosa cambiando a la otra.

Siéntate durante una hora y pruébalo. No crees ninguna limitación en absoluto. Si existe alguna limitación simplemente trata de ir más allá y continúa, continúa moviéndote.

Osho: Tomado de El Libro de los Secretos